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domingo, 25 de octubre de 2015

Portales translúcidos: "pase, puede mirar, pero no tocar"

Hace unos día las universidades públicas valencianas anunciaron al unísono la puesta en marcha de sus portales de transparencia. Es un paso importante hacia la gobernanza transparente, donde la información institucional, económica, docente, etc. se pone a disposición de la ciudadanía en general. Me ciño aquí al portal de transparencia de la Universitat Jaume I. Con anterioridad al portal de transparencia la UJI ya puso en marcha un portal de datos abiertos, siguiendo la tendencia de universidad abierta. En este portal, la UJI recopila algunos datasets más o menos interesantes, y los facilita en varios formatos para su descarga (csv, json, xml/rdf). Independientemente de la cantidad de datos ofrecidos y de la frecuencia de actualización de éstos, lo cual es otro debate, es de alabar que los formatos de datos sean abiertos, estándares y variados. Un usuario "un poco manitas" puede descargarse los datos en formato csv para examinarlos - por decir con R - mientras otro puede utilizar la versión en json para visualizarlos con JavaScript. De esta forma, los mismos datos pueden producir distintas interpretaciones y visualizaciones, y en definitiva, lograr nuevas interpretaciones de los datos. El caso es que un pequeño matiz, - como ofrecer tres formatos abiertos de los mismos datos- puede propiciar grandes beneficios

Volvamos al portal de transparencia. Sin juzgar la naturaleza de los datos expuestos en el portal, me centraré en dos matices que, a mi entender, son más impedimentos que ventajas para la transparencia. 

El primer matiz es el hecho de que el portal de transparencia y el de datos abiertos sean,  dos portales totalmente independientes, sin conexiones, vínculos  o enlaces que los unan. Dos silos de información que no suman, sino dividen.  

El segundo aspecto que me gustaría destacar es que los datos accesibles a través del portal de transparencia son descargables solo en formato pdf. Como sucede en los carteles de las tiendas de antigüedades: "pase, puede mirar, pero no tocar". Algo así no encaja con la idea de transparencia hacia y con la ciudadanía. 

El "Pase, puede mirar, pero no tocar" iría mejor con portales translúcidos, que lamentablemente son lo que realmente ofrecen muchos portales que se etiquetan como transparentes: Te dejo ver alguna cosa, que yo preparo, y nada más. La transparencia reclama un mensaje mucho más directo al ciudadano: "Oye, ven, porque puedes mirar, tocar, criticar lo que quieras, y tu voz será oída". Los portales de datos abiertos deberían ser el sustrato con el que crecen los portales de transparencia.